Un ecosistema de convivencia.
Silvia Tack ilustra Next Stop con trazos fuertes y orgánicos, aportando frescura y naturalidad para el mes de junio. En la ilustración, el sistema de asientos se representa como raíces que brotan del terreno. Una metáfora visual que conecta lo esencial con aquello que nos une.
Diseñado por Luca Nichetto, Next Stop es un sistema modular que permite crear configuraciones abiertas, sociales y versátiles. Sus formas geométricas, suaves y bien proporcionadas, se adaptan con facilidad a cualquier entorno: desde una zona de espera hasta un espacio de trabajo colaborativo.
Tapizado en el tejido Zero, desarrollado por Marie-Louise Rosholm, cada módulo se reviste con un textil bicolor, elaborado sin generar residuos. Un tejido funcional y con carácter, que aporta calidez y armonía.
Una propuesta que enraíza el diseño con valores como sostenibilidad, conexión y bienestar.



Cocinando con Nichetto Studio
Remolachas marinadas con crema de queso de cabra, vinagreta aromática y manzana fresca
La remolacha es un ingrediente tan caprichoso como fascinante. Su sabor terroso y dulzón necesita ser domesticado con acidez y aromas frescos para desplegar todo su carácter. Hierbas, vinagres y un poco de paciencia bastan para revelarla en su mejor versión. En esta receta, la acompaño con una crema suave de queso de cabra, cuya acidez y untuosidad armonizan con la intensidad de la raíz. El resultado es una sinfonía de contrastes: dulce y salado, cremoso y crujiente, vegetal y láctico. Un juego de sabores que, al combinarse, hacen que las papilas gustativas se rindan con entusiasmo.
Ingredientes
Para las remolachas
- 1 kg de remolachas pequeñas (mejor si son del mismo tamaño)
- 2 cucharadas de vinagre de vino blanco o similar
- 1 cucharada de sal
Para la crema de queso de cabra
- 200 g de queso de cabra fresco
- 100 g de crème fraîche o ricotta
- Unas gotas de zumo de limón
- Sal y pimienta al gusto
- Estragón y cebollino frescos (cantidad al gusto)
Para la vinagreta aromática
- 3 cucharadas de vinagre aromático (como flor de saúco, Jerez o manzana)
- 2 cucharadas de buen aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de miel
- Una pizca de sal
- Pimienta negra recién molida
- Semillas de hinojo
Para acompañar y emplatar
- Hojas frescas de ensalada variada
- Semillas de calabaza tostadas
- Manzana en dados pequeños
- Hierbas frescas: tomillo, orégano, estragón
Preparación
1. Cocer las remolachas
Lava bien las remolachas sin pelarlas. Cuécelas en una olla con agua, vinagre y sal durante 30-40 minutos, dependiendo del tamaño. Comprueba con frecuencia su punto: deben estar tiernas pero firmes. Una vez cocidas, escúrrelas y pásalas por agua fría. Esto ayuda a que la piel se afloje y se pueda retirar fácilmente. Usa guantes si no quieres teñirte las manos de rosa. Pélalas y córtalas en gajos. Es recomendable usar una tabla de cortar de plástico para evitar que se manche. El zumo de limón puede ayudarte a eliminar restos de color.
2. Preparar la crema de queso
En un bol, bate con varillas el queso de cabra y la crème fraîche o ricotta hasta obtener una textura homogénea y cremosa. Ajusta la acidez con unas gotas de limón y sazona con sal y pimienta. Añade las hierbas frescas picadas a tu gusto. Esta crema aporta frescura, cuerpo y un punto láctico que equilibra la remolacha.
3. Preparar la vinagreta
Emulsiona todos los ingredientes con unas varillas: el vinagre, el aceite, la miel, sal, pimienta y semillas de hinojo. Debe tener un perfil ácido y perfumado, lo suficientemente vibrante como para realzar la dulzura de la remolacha. Prueba y ajusta según tu paladar.
4. Marinar y emplatar
Marina los gajos de remolacha con la mayor parte de la vinagreta. Déjalos reposar unos minutos para que se impregnen bien de sabor. Reserva un poco de vinagreta para aliñar las hojas de ensalada justo antes de servir.
En un plato grande y bonito, dispón todos los elementos con cuidado: la remolacha marinada, montoncitos de crema de queso, las hojas verdes ligeramente aliñadas, los dados de manzana fresca y un puñado de semillas de calabaza. Termina con unas hojas de hierbas frescas para dar el toque final.
