Desde el diseño conceptual de un espacio efímero como UnRoom hasta la transformación matérica para un espacio permanente como COLAB. 2024 reafirmó nuestro compromiso con el diseño, que ha culminado con el prestigioso Premio Nacional de Diseño.
Con cada proyecto hemos aprendido que imaginar el futuro exige respetar y reinterpretar el pasado. También que la belleza no siempre necesita ornamentos, sino autenticidad.
Nuestra participación en Milán no dejó indiferente con un stand que rompió con las normas de lo que tradicionalmente se espera en este entorno dominado por lo visual y lo estético. Con UnRoom quisimos plantear una pregunta crucial. ¿Cómo crear un espacio impactante utilizando menos recursos? Esta reflexión nos llevó a un enfoque constructivo –o mejor dicho, no constructivo–, con una decisión radical y voluntaria al reducir al máximo el uso de materiales, pues, al fin y al cabo, se trataba de un espacio efímero.
Este tipo de desafíos sobre las convenciones estéticas siempre genera debate y especulaciones sobre los motivos detrás de un planteamiento tan radical. Nuestro objetivo era, sencillamente, iniciar conversaciones sobre el papel del diseño en la sociedad y el impacto ambiental de nuestras decisiones.
Así pues, esta reflexión en torno a los valores éticos de un sistema que promueve la ilusión de recursos infinitos era realmente el punto de partida del proyecto que iniciamos a principios de 2024 y que presentamos en septiembre: COLAB. En colaboración con Lucas Muñoz Muñoz, nuestro nuevo showroom en Madrid materializa esta idea a través de una premisa básica “Lo que no puede irse, se queda”.
Situado en el edificio histórico de O’Donnell 34, además de respetar y recuperar la arquitectura visionaria y vanguardista de Antonio Lamela, se reinterpreta con un enfoque sostenible y disruptivo. Durante todo el proceso, la cuarta planta se convirtió en un taller improvisado, dónde cobró sentido una forma transversal de entender la sostenibilidad: transformando los materiales que allí se encontraban en nuevos elementos útiles y, por qué no, estéticos, y evitando que se convirtieran, por tanto, en residuos. Con COLAB nos alejamos de la de-construcción / destrucción tradicional para priorizar la preservación y la circularidad en su máxima expresión.
Culminamos 2024 con un galardón que pone en valor décadas de dedicación y amor por nuestro el diseño desde una perspectiva visión holística y centrada en las personas. Recibir el Premio Nacional de Diseño 2024 reafirma nuestra visión del diseño como una forma de contribuir al mundo.
Ahora miramos hacia 2025 con la ilusión de seguir creando junto a vosotros un mundo más bello, sostenible y humano.
