Sofás y butacas son la clave.
Hace unos meses, muchos de nosotros nos quejábamos de pasar poco tiempo en casa, de no poder realizar aquellas tareas domésticas pendientes, debido a nuestra ajetreada vida profesional y social, o de no dedicarnos tiempo a nosotros mismos.
Y la normalidad tal cual conocíamos cambió radicalmente en apenas unos días. Esta necesidad impuesta, con hashtag propio #YoMeQuedoEnCasa, nos ha obligado a permanecer en nuestros hogares y reorganizar espacios para crear entornos domésticos flexibles que se adapten a diferentes usos y actividades. Hemos tenido la posibilidad de hacer un examen riguroso sobre qué necesidades se ven satisfechas y cuáles no, si el mobiliario actual cumple las funciones esperadas y qué podemos mejorar para crear entornos confortables y prácticos, que reflejen nuestra personalidad y nos hagan más felices. En lo que seguro coincidimos todos es en que no hemos invertido ni mimado lo suficiente nuestra vivienda para que sea ese entorno amable y de bienestar en el que sentirnos a gusto. Si algo bueno tiene esta situación es la oportunidad de hacernos reflexionar sobre lo verdaderamente importante y reordenar nuestra pirámide de necesidades.
Una de las estancias que ha dado muestra de su gran polivalencia es el salón, siendo el sofá, sin lugar a duda, el mueble principal. Sin olvidar la estética, éste debe ser una pieza confortable para disfrutar mientras vemos la televisión, leemos un libro o simplemente como lugar para la desconexión.
El sofá es un complemento imprescindible del hogar. Entorno a él la vida acontece en la intimidad familiar o por ser el centro de las reuniones sociales. Debido a su amplitud monopoliza el espacio, lo cual incrementa el reto a la hora de amueblar el salón. Es fundamental combinarlo con butacas o sillones que permiten crear espacios más acogedores y jugar con volúmenes, texturas y colores.
Invertir en calidad y diseño a largo plazo
A la hora de elegir un sofá es importante invertir en un mueble de buena calidad, además de tener presentes las cuestiones estéticas propias del proyecto de interiorismo.
Un buen diseño es concebido pensando también en su durabilidad y su capacidad para envejecer dignamente. Para Sancal la sostenibilidad es un factor clave, por ello trabajamos para que nuestros sofás tengan una larga vida, tanto por los materiales usados en su fabricación, como por una estética ajena a modas pasajeras. Por otra parte, hacer un adecuado mantenimiento es fundamental para que el sofá se conserve en las mejores condiciones.
Diseños de usar y… usar, piezas por las que pasen los años y puedan convertirse en un clásico. Modelos como Tiptoe y Mousse de estilo sobrio, racional y elegante, de proporciones serenas y líneas sencillas se convierten en los eternos protagonistas, tan discretos como el tipo de tapizado que se elija para vestirlos.
¿Cómo te sientas en tu sofá cuando nadie te ve?
En el proceso de selección de un mueble tapizado se ha de tener en cuenta el uso, pues marcará el tipo de sofá que necesita cada hogar. Plantear como cada uno se sienta en la intimidad garantizará el acierto.
Los sofás de respaldo alto como Folk o Alpino ofrecen sentadas envolventes y permiten recostar la cabeza, reforzando la sensación de comodidad de aquellos que le dan un uso convencional con una sentada más clásica y ordenada.
Optar por sofás más arquitectónicos, con respaldos más bajos, no implica renunciar a la comodidad y la calidez de un asiento tan hogareño como Mousse o Tiptoe. El uso de cojines auxiliares permite adaptarse a las necesidades de ergonomía cada usuario, cuando además éstas son diferentes entre los miembros de una misma familia. Estos sofás son ideales, además, para ser disfrutados al recostarse en ellos.
El tipo de brazo también marca la elección del sofá. Los brazos altos y estrechos permiten ahorrar espacio en salones pequeños, mientras que los sofás de brazo ancho y bajo son más adecuados para los que buscan apoyar su cabeza al tumbarse. Sofás como Alpino, Mousse o Tiptoe ofrecen la posibilidad de elegir entre distintos tipos de brazo y otros elementos para configurar la composición más adecuada.
De igual modo, la firmeza de la sentada y la percepción de comodidad es valorada de diferente forma por unos u otros. Para satisfacer tanto a quienes buscan asientos más firmes como a los fans de las sentadas mullidas, usamos diversos tipos de rellenos y densidades, siempre dependiendo del uso y las prestaciones previstas para cada modelo. La mezcla de fibra y visco-elástica o el relleno de las almohadas con Fiberdream, una microfibra especial que simula fielmente el plumón de ganso, son algunos de los interiores de nuestros muebles tapizados.
¿Qué sofá se adapta mejor al espacio?
Otro condicionante que marca la elección del sofá es el espacio disponible del salón ola forma del mismo.
Desde Sancal se proyectan modelos con amplias programaciones modulares que aportan soluciones para crear composiciones que superen las limitaciones marcadas por el espacio. La amplia variedad de medidas de nuestros sofás y módulos, junto con los módulos rincón y las chaise longues permiten crear configuraciones lineales o angulares, tan flexibles como prácticas.
Y, para dotar de ligereza las estancias más pequeñas recomendamos elegir sofás de patas altas como Tiptoe, Alpino u Obi, ello ofrecerá una estética más liviana.
Elegimos los tejidos
Una vez elegido el modelo, es hora de seleccionar los tejidos, colores y texturas para vestir el sofá. Lisos o estampados, planos o jaspeados, gamas cromáticas neutras o colores vivos y vibrantes marcarán la singularidad del mueble tapizado.
Los tejidos naturales, como la lana o el algodón, los textiles técnicos que combinan fibras naturales con poliéster o las pieles naturales o el nobuk son los revestimientos más recomendables para el uso doméstico.
Si bien los colores neutros son un acierto seguro si lo que se busca son crear estancias de estética sobria, el sofá puede convertirse en el elemento dinamizador del salón al tapizarlo con colores vivos y ricas texturas. Los muestrarios del 115 al 128 son un acierto seguro.
Sancal colabora con reconocidos fabricantes textiles europeos para vestir sus creaciones, lo cual garantiza la calidad de todos ellos.
Un toque personal
Los cojines de decoración añaden notas de color y contrastes de textura en los sofás, con sus múltiples formas y medidas son el complemento ideal. La posibilidad de crear infinitas combinaciones permite añadir ese toque personal, ya sea con arreglos más informales o con elecciones más meditadas y sobrias.
Los artísticos C1-C4, la coquetería de Mandarina, la ironía cromática de Bang! o los vibrantes y desenfadados Flora y Fauna son algunos de las opciones de este polifacético accesorio.
Complementos auxiliares
Sillones y butacas son los grandes aliados del sofá para conseguir asientos extra, así como por ofrecer sentadas alternativas que completen otras necesidades , como por ejemplo reclinarse con respaldos más altos.
Estos versátiles complementos permiten combinar estilos, formas y acabados para crear sofisticados contrastes o añadir vistosas notas cromáticas. Además, gracias a sus reducidos tamaños se pueden colocar en cualquier rincón y pueden reubicarse en cualquier momento.
De estilo clásico como Silencio, de inspiración escandinava como Nido o Boomerang, piezas más coquetas y singulares como Tonella o Magnum o tan confortables como DB o Tortuga son algunas de las propuestas más infalibles.
Las mesitas auxiliares son otro de los complementos imprescindibles para el sofá. Combinar mesas de distintos diseños, materiales y alturas brinda dinamismo al interiorismo, además de ofrecer soluciones prácticas y estéticas.
Las arquitectónicas Dúplex, el diseño retro de La Isla, las alegres mesitas Pion o las singulares Vesper serán el suplemento ideal para completar el salón.