Modular, compacto y versátil: así es Mosaico.
Para ilustrar el mes de septiembre, Silvia Tack nos regala una escena de vendimia y descanso. Con sus trazos ingenuos y texturas de cera, dibuja racimos de uva reclinados sobre las chaise longues de Mosaico, reposando tras la cosecha.
Mosaico de Yonoh permite crear composiciones libres, agrupando sus elementos de manera orgánica, como los racimos. Aunque se compone de muy pocas piezas, este programa modular permite generar desde pequeños rincones hasta amplias zonas lounge. Compacto y versátil, se adapta a múltiples espacios sin perder su ligereza visual.
Sus formas suaves y geométricas se combinan con un tapizado mullido que aporta calidez y confort. Cada módulo puede disponerse de forma independiente o combinarse como parte de un conjunto, dando lugar a composiciones abiertas, espontáneas y llenas de vida. La posibilidad de combinar colores y texturas de los textiles con los diferentes colores para tintar la madera de fresno multiplica las opciones de personalización.
Mosaico es sencillo en estética y muy generoso en cuanto a posibles configuraciones. Como un racimo bien formado, la suma de sus partes lo convierte en una opción muy dinámica.
Cocinando con Yonoh
XXXXXXX
Entre higos maduros, un sillón generoso y los recuerdos compartidos cada verano, también nace una receta.
«En nuestra casa de campo tenemos una higuera gigante que da miles de higos durante todo el verano. Después de haber probado mil recetas con sus frutos, bizcochos, queso frito con mermelada, tostadas dulces, hemos elegido esta ensalada de higos como la más refrescante para estas temperaturas que se nos acercan», nos cuenta Elena.
Cada verano, ella prepara esta ensalada con los higos que recoge su padre, Santiago. Un plato sencillo, para compartir y disfrutar sin prisas.
Ingredientes
- 12 higos
- 100-150 g de jamón de bellota
- Rúcula
- Nueces y piñones tostados
- Queso parmesano en lascas
- Aceite de oliva
- Vinagre balsámico
- Pimienta y sal
Preparación
1. Preparar la cama de higos. Pela los higos maduros y pártelos por la mitad. Se colocan sobre una superficie lisa, sobre papel de film, formando una sola capa. Se cubren con otra hoja de film y se pasan con un rodillo para aplanarlos ligeramente. Luego esa cama de higos se mete al congelador al menos durante un día. Si tienes muchos higos, puedes hacer varias camas y guardarlas para futuras recetas.
2. Montar el plato. Sobre la cama de higos, distribuye cuidadosamente las hojas de rúcula. Añade el jamón de bellota, colocándolas de forma ligera para que no apelmacen los ingredientes. Reparte las nueces y los piñones tostados por encima. Incorpora las lascas de parmesano, dejándolas caer con naturalidad.
3. Aliñar. Justo antes de servir, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas gotas de vinagre balsámico. Salpimenta al gusto.
Ideal como entrante en una comida especial o como cena ligera con una copa de vino blanco.
